domingo, 13 de junio de 2010
Fragmentos robados
Gracias, gracias por el despertar, por el ruido, por la campanada de las doce, por decir la verdad, por mostrar la realidad. Porque para sembrar y recoger primero hay que saber. Hay que romper, estar hasta los cojones, no hasta los huevos, ¡hasta los cojones!
Del puto tiempo, del tiempo perdido, del tiempo pasado, del tiempo futuro y del tiempo que está transcurriendo ahora mismo. Del no cambio.
La necesidad lleva a la posibilidad, la posibilidad conduce a la probabilidad y la probabilidad desemboca en la seguridad que se muestra en la realidad.
¡ Hasta los cojones !
Es hora de quemar barcos, de incendiar banderas, de aniquilar ciudades. No hay ciudadelas, no hay promesas, no hay camino. Es hora de crear camino. De mostrar, demostrar. Demostrar, no a los demás, sino a uno mismo; juez, jurado, pecador, ejecutor, creador,… Librar ,recoger, mover, parar. Es la hora. La presa se ha roto. No importa. Es la hora del cambio, de permanecer, de crear, de recrear, ejecutar, jugar.
Hemos de partir, y no desde cero, desde aquí:
- Neo, ¿Tomarás la píldora roja o la azul?
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